Kandake
febrero 22, 2025
Toda mi vida ha sido un viaje, uno marcado por la búsqueda de mi identidad, por la lucha entre lo que el mundo esperaba de mí y lo que yo sentía en lo más profundo de mi ser.
Durante años, miré mi reejo y vi en mi cabello algo que debía cambiar. Lo alisé, lo oculté, lo sometí a tratamientos que lo alejaban de su esencia. Me costaba reconocerme, aceptar la herencia de mi padre, la riqueza de mis raíces africanas.
Pero un día, algo dentro de mí despertó. Vi a una mujer llorar frente a un espejo porque no podía aceptar su propio cabello, y en su reejo, me vi a mí misma.
Fue un punto de inexión, el inicio de un camino de reconciliación con mi historia. Aprendí a amar cada rizo, cada hebra rebelde que me hablaba de mi origen, de mis ancestros, de una tierra que corre por mis venas y que jamás debería haber querido borrar.
Corté mi cabello, volví a empezar. Me reconstruí desde cero. Y con cada nuevo rizo que brotaba, con cada mechón que recuperaba su forma natural, me fui reencontrando conmigo misma.
KANDAKE no es solo una marca, es mi declaración de amor propio. Es un grito de orgullo, un himno a mis raíces, un recordatorio de que la belleza no se dene por los estándares impuestos, sino por la historia que cada una de nosotras lleva en la piel y en el alma.
A través de mis turbantes, scrunchies y gorros de seda y satín, no vendo simples accesorios. Ofrezco símbolos de resistencia, de identidad, de una herencia que nos pertenece y que nadie puede arrebatarnos.
Cada pieza que creo lleva impresa mi historia, mi lucha y mi amor por la tierra africana.
KANDAKE es un acto de reivindicación. Es mirarme al espejo y decirme: me quiero, quiero mi pelo, quiero mi piel, quiero mis raíces y amo África.
Es darle a cada mujer la oportunidad de hacer lo mismo, de abrazarse sin miedo, de reconocerse como la reina que es.
Si has sentido alguna vez que debías encajar en moldes que no eran los tuyos, que tu cabello, tu piel o tu identidad debían ser distintos para ser aceptados, entonces KANDAKE es también para ti.
Es un espacio donde nos encontramos, nos fortalecemos y nos celebramos.
Bienvenida a esta revolución. Bienvenida a KANDAKE.